Este capítulo está dedicado a la música de aquellas y estas tierras.


Tango. Voz por zapato.

Cuando la muerte haga sombra
la lumbre no alumbre
ya formas nocturnas que turnan
y tornan
mis pies al andar

Cuando pierda malasombra
y oculto en la alfombra
pueda descansar
cansancio de hombre
sin voz que me nombre
ni pueda nombrar.

Cuando eso suceda
y ceda mi celda
me oirás susurrar
carta cantos de esta espera
sin destino, y sin lugar,
un remite que se emite
donde estabas ya no existe
y una letra que se va.

Y si perdí,
yo el tiempo en cantos
y si canté ya mas que andar
fue porque tuve voz por zapato
y en la garganta mi caminar.
y si me viste tal vez,
quieto y vacio
y si me visto la tez
con palidez
has de saber que siempre yo sonrío
por el ultimo envío
que lleve a la vejez.

Que fui tenaz y consumido
como cigarro ceniza por ardor
por un desgarro agarró lo vencido
y de cantar zurcido
amarro el corazón.

Sabed que puse
todos mis sueños despierto abierto
encima de un colchón
que no rendí nunca mi pecho
y mi lecho satisfecho,
lo llenaré con mi voz.

Y si perdí,
yo el tiempo en cantos
y si canté ya mas que andar
fue porque tuve voz por zapato
y en la garganta mi caminar".

Rezgo Reis


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